¿UNA PROFESIÓN FRUSTRANTE?

Resulta una paradoja que en la civilización de la libertad y el respeto por los derechos de las personas se continúe persiguiendo y poniendo coto al ejercicio de la objeción de conciencia.
La conciencia es, en última instancia, el más íntimo reducto de la libertad, también lo es de pensamiento. Es en ese ámbito interno donde el hombre puede manifestar y vivir su auténtico derecho.
Son varios los gobiernos que persiguen a profesionales que se niegan a realizar prácticas que repugnan a su conciencia.
Ocurre particularmente en la profesión médica, que algunas personas entienden como un conjunto de agentes sociales que deben obrar al dictado del poder de turno, de la corriente de pensamiento, la ideología dominante, o de ese absurdo que denominan “demanda social”.
La Organización Mundial de la Salud ha hecho pública su defensa de la objeción de conciencia frente al diagnóstico prenatal que, afirma, conduce mayoritariamente al aborto.
Debe resultar frustrante seguir una vocación que lleva a estudiar muchos años con la ilusión de poder sanar a los enfermos y encontrarte con que lo que te piden es que los mates.
Espero que el reconocimiento de la OMS suponga un alivio para tantos estupendos profesionales que se ven arrinconados y perseguidos por valorar la dignidad humana.
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Aníbal Cuevas