Los que de corazón apostamos a la vida, no queremos caer en la trampa de aquellos que ostentan el poder de nuestra sociedad, que en palabras de Gustavo Igounet, se expresa del siguiente modo:
"Que extraña paradoja!: la mayoría de los que están en contra de la pena de muerte para los delincuentes, están a favor del aborto, que es la pena de muerte para los angelitos".
Hoy queremos, una vez más, reafirmar nuestra vocación de luchar por la vida y nuestro compromiso con la familia. Que el alma angelical e inocente de los millones de niños a quienes criminalmente se les ha privado de ese don de Dios que es la vida, nos ilumine para que no permitamos que se imponga la cultura de la muerte, ni en la Argentina ni en el resto del mundo.
Nunca ninguna solución a los problemas del hombre puede contemplar la privación de la vida de otra persona. Menos cuando se trata de inocentes criaturas indefensas, en el vientre de una madre.
María del Carmen ALARCÓN
FUNDACIÓN PAMPA SUR
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