En el comité que estudia el proyecto de ley hay 6 senadores, 5 de ellos del Partido Demócrata
El pasado 25 de febrero, el Capitolio de Hawaii se llenó con 1.200 personas que querían testimoniar a favor o en contra de la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio. El comité que debía decidir sobre el tema, compuesto de 6 senadores, después de una maratón de 15 horas de escuchar expertos, alegaciones y testimonios, votó. El resultado fue un empate: tres a favor, tres en contra.
En Hawaii la mayoría del Partido Demócrata es abrumadora. En este comité, 5 de sus miembros eran demócratas. Pero dos de ellos (Mike Gabbard y Robert Bunda) y el senador republicano Sam Slom, votaron en contra de equiparar las uniones del mismo sexo al matrimonio. Como resultado, la propuesta queda atascada en una especie de limbo indefinido. Incluso si hubiese más votaciones con un resultado a favor de estas "uniones civiles", aún podría ser vetado por la gobernadora Linda Lingle.
La Constitución, por referendum, declara que el matrimonio es hombre y mujer
Defendiendo el matrimonio tradicional estaba el Hawaii Family Forum (HFF), donde están coordinados muchos grupos pro-familia y numerosas denominaciones cristianas, incluyendo la Conferencia Episcopal Católica de Hawaii. La coalición presentó numerosas cajas con 8.000 declaraciones firmadas contra las "uniones civiles". El portavoz del HFF, Dennis Arakaki, antiguo abogado estatal, recordó que "en Hawaii la gente aún cree en el matrimonio tradicional y la santidad del matrimonio y no hay nada que indique que esta perspectiva de valores haya cambiado".
Tenía datos objetivos para demostrarlo: en 1998, casi el 70 por ciento de los votantes hawaianos aprobaron una enmienda de la Constitución que prohibió el matrimonio de parejas del mismo sexo. Al contrario de lo que está sucediendo en California, que se intenta torpedear la voluntad de los ciudadanos, se cambió la Constitución. Pero no se tocó en ningún momento el tema de las "uniones civiles del mismo sexo", que es la aspiración actual de los lobbies gays hawaianos.
La propuesta de uniones civiles llegaba desde la Cámara de Representantes estatal, con 34 votos a favor frente a 17, y además de otorgar a las uniones civiles las ventajas administrativas del matrimonio, reconocía también el status de "casado" de "bodas gay" y uniones de otros países o Estados. Dos Estados permiten el matrimonio homosexual (Massachussets y Connecticut) y tres más permiten uniones civiles equivalentes (Vermont, New Jersey y New Hampshire).
"No es lo mismo"
El obispo católico de Hawaii, Larry Silva, recordó la enseñanza de la Iglesia: que no se trata solo de la "palabra matrimonio", sino que es injusto equiparar administrativamente convivencias que son muy distintas al matrimonio. "La propuesta de uniones civiles, aunque no les llama matrimonio, ignora de hecho la voluntad de la gente [votada en la enmienda constitucional de 1998] y simplemente da un nombre distinto a lo que en realidad es un constructo de matrimonio de parejas del mismo sexo", denunció.
Y el obispo añadió: "Cada ser humano es igual a cualquier otro ser humano, no importa su sexo, etnia, ciudadanía u orientación sexual; pero el matrimonio entre un hombre y una mujer no es igual que un matrimonio del mismo sexo, o una unión civil o como quiera que elijan llamarlo".
También el vicegobernador James "Duke" Aiona pidió a los legisladores que respetaran el voto popular de 1998 y rechazasen las uniones del mismo sexo, sugiriendo que en todo caso, si querían legislar estas uniones, debían proponerlas al pueblo en forma de referendum. "Esto no es más que el matrimonio del mismo sexo con otro nombre", dijo claramente.
Los días previos a la votación, entre 2.000 y 8.000 personas se manifestaron ante el edificio en defensa del matrimonio tradicional. El día de la decisión, los seis senadores escucharon los testimonios de expertos y activistas, mientras 1.200 personas abarrotaban la sala de espera siguiendo el encuentro por televisión.
Libros gays para niños
El senador demócrata Mike Gabbard, contrario a las uniones civiles, mostró libros infantiles de temática homosexual ("La boda de papá" -con otro hombre, y "Heather tiene dos mamás"), que se usan para acostumbrar a los niños al concepto homosexualista de familia. "¿Deberíamos enseñar en las escuelas que la homosexualidad es equivalente a la heterosexualidad?", preguntó.
Le respondió el transexual y secretario de estado de Educación, Kim Coco Iwamoto: "no sé si enseñamos heterosexualidad en las escuelas".
La profesora de Derecho lesbiana Linda Hamilton Krieger negó el derecho del pueblo a definir lo que es el matrimonio, afirmando que discriminaban a un colectivo. Recordó que en 1943, en plena guerra mundial, el pueblo de Hawaii podría haber votato masivamente a favor de discriminar a los asiáticos si se hubiera sometido a referendum el "Acta de Exclusión de Asiáticos", que sin embargo fue rechazada por el congreso.
El senador republicano le respondió: "¿hay algún tema o asunto que usted crea que el electorado tenga inteligencia suficiente para poder votarlo?
Un pastor protestante, Brian Reynolds, declaró que "las uniones civiles son un experimento social con los niños, grande y sin haber pasado controles de prueba".
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