Los obispos del Uruguay emitieron un comunicado en el que rechazan la ley de salud sexual y reproductiva, que incluye el aborto, aprobada por los diputados en este país esta semana pero que enfrentaría el veto del presidente Tabaré Vázquez.
Asimismo, recuerdan que los políticos que apoyan el aborto no deben comulgar.
La Conferencia Episcopal Uruguaya reitera lo expresado en su declaración del 12 de noviembre de 2007 en la que afirmaban que "legalizar el aborto no cambia lo malo en bueno. Una vez que se concreta, las cosas terminan mal para todos. Se pierde una vida humana. La madre queda con heridas que no cierran fácilmente. El médico va contra la esencia de su noble profesión. La sociedad pierde una vida al no abrirle sus brazos. La cultura de la vida queda golpeada".
“El valor de la vida humana es un bien para cada uno y para la sociedad. Está por encima de todos los intereses. Ninguna ley honesta puede justificar eliminar a un ser indefenso que tiene derecho a la vida y a nacer. Apreciamos el apoyo y el voto a favor de este valor básico desde diversos sectores de la sociedad", subrayan.
Los obispos alertan también "sobre posturas que manipulan y oscurecen la verdad fundamental del derecho a la vida anteponiendo otros intereses o situaciones, sin tomar en cuenta ni la ciencia ni la conciencia ética".
Por último, los prelados uruguayos precisan que "en relación a los fieles católicos que promueven votan una ley favorecedora del aborto, les recordamos que quien actúa así rompe el vínculo que lo une a Cristo en la Iglesia. Mientras no cambie su posición queda impedido de acercarse a la Comunión eucarística".
Las raíces cristianas del país
Ante las más de 3.000 personas que participaron este domingo de la peregrinación nacional al santuario de la patrona nacional, la Virgen de los Treinta y Tres, ubicado en Florida, los obispos también elevaron una oración solicitando que los políticos recuerden el origen cristiano del Uruguay, justo cuando el Parlamento da sanción definitiva a la ley de salud sexual.
"Hijo de María, escúchanos, por nuestros gobernantes para que recuerden siempre las raíces cristianas de nuestra patria. Y que sepan defender el real valor de la vida y se reconozcan servidores de Dios y de los ciudadanos", se expresó en la primera de las oraciones.
El obispo de Melo y secretario general de la CEU, monseñor Luis del Castillo, afirmó que los uruguayos no pueden negar a la historia. "El punto de partida de nuestra cultura se simboliza en la presencia de los orientales que iniciaron la cruzada libertadora en una capilla y en oración", dijo.
El prelado también recordó momentos de la gesta libertadora de nuestro país y evocó sobre la relación de los sacerdotes con los primeros gobernantes. "La participación de más de un presbítero que asesoraban al general Artigas; los sacerdotes que participaron en los primeros pasos de las Instrucciones de 1813 y en la elaboración de la primera Constitución de la República".
Tras señalar la presencia católica tan visible en los orígenes de la patria oriental se recuerda en los nombres de las calles de varias ciudades del país, puntualizó que ésta "inclusive la educación en el país comenzó en una escuela iniciada por la iglesia".
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