Estimada Doña Isabel:
Le escribo a propósito de sus declaraciones en el semanario "Magazine" del pasado 26 de octubre, que se entregaba junto con el diario "El Mundo".
Recoge la citada publicación en su página 48 que el problema del aumento de abortos y embarazos no deseados entre adolescentes se debe al hecho de que, según usted, "no existe un acceso organizado a la anticoncepción, ni convencional ni de urgencia".
Bien: Dejando aparte que hoy día cualquier chica de 14 años sabe de anticonceptivos incomparablemente más que sus padres a esa misma edad, y dejando aparte el dato de que en nuestro país se venden más de 250 millones de condones cada año, lo cierto es, Doña Isabel, que por más gente que haya empeñada en propugnar otra cosa, usted y yo sabemos que es imposible que una chica se quede embarazada si previamente no se ha abierto de piernas. ¿Verdad que sí? Y por lo que veo, usted parece empeñada en seguir enfocando la solución al problema en el adiestramiento sexual sobre el uso y consumo de anticonceptivos y en el abastecimiento asegurado de los mismos, evitando impartir una educación sexual basada en algo tan positivo como es el autodominio personal del propio cuerpo. Dígame, Doña Isabel: ¿Es que usted tambien es de las que piensan que los jóvenes y adolescentes son como animalitos en celo contínuo e incapaces de controlarse? ¿Es que usted es tambien de las que creen y propugnan que todo vale en el terreno sexual? ¿Por qué será que los dueños de las clínicas de abortos son los que precisamente más se lamentan cada año de que crezca el número de abortos?
Siempre me he preguntado por qué los mismos que propugnan la abstinencia como el mejor remedio para luchar contra los problemas derivados del consumo de alcohol o el consumo de tabaco a edades tempranas son los mismos que basan todo su concepto de educación sexual en un círculo vicioso de miedos, tabúes y presiones que favorecen precisamente aquello mismo que dicen querer evitar: Se infunde en los jóvenes y adolescentes el miedo a los hijos, se silencia la posibilidad de un amor fielmente comprometido y la castidad hasta el matrimonio como si fueran temas tabúes, y se presiona a las chicas presentándoles la virginidad como una muestra inequivoca de necedad o de locura, y el aborto en sus distintas modalidades como la mejor solución ante un embarazo no deseado.
Aunque claro, si se diera el caso de que a las jovenes y adolescentes españolas se les presentase la maternidad en toda su belleza y se les dijese claramente que tanto ellas como sus novios son personas, y no animales, y que ante un embarazo no deseado el aborto nunca es la solución, lo más probable que podría ocurrir es que tanto los representantes en España de las industrias de los anticonceptivos como los médicos que se forran haciendo picadillo a los bebés, vieran seriamente amenazado su negocio. Es probable tambien que incluso dejara de tener sentido la presencia en España de la multinacional abortista a la que usted representa. Por eso mismo creo que hay tanta gente en nuestro país que prefiere seguir mirando hacia otro lado, y que las cosas sigan como están. Por eso mismo, Doña Isabel, sigo creyendo que la solución que usted propugna es precisamente la causa del problema.
Atentamente,
David del Fresno
Autor del libro "El Imperio de la Muerte – Quien se está forrando con el negocio del aborto". Editorial Sekotia. Madrid, marzo de 2008
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