El hallazgo, reportado en un congreso de la Asociación Internacional para la Investigación Dental (IADR) en Toronto, podría reducir la incidencia de VIH/SIDA en muchas regiones de África, donde las madres seropositivas no tienen alternativa a la lactancia natural.
Un grupo de investigadores de la empresa Lavax, domiciliada en Palatine, Illinois, y de la Universidad de Illinois situada en Chicago, aisló una cepa de bacterias lácticas probióticas que habitan en la cavidad bucal, y es similar a las que se encuentran en algunos productos lácteos como el yogurt o el kéfir. Dicha cepa puede capturar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sujetándose a su “envoltorio”. Habida cuenta de que crece y se reproduce en la leche, basta con inocularla a un bebé para garantizar su protección hasta que sea destetado.
La nueva tecnología ofrece en principio una alternativa sencilla a las aún inexistentes vacunas contra el VIH, pero el inclemente calor africano y la escasez de refrigeradores acortan la vida de estas bacterias. Los mejores agentes bioprotectores han sido, hasta la fecha, la sacarosa y la trehalosa, substancias que permiten preservar bacterias lácticas liofilizadas a una temperatura de entre 4 y 20 grados centígrados. Si la temperatura sube a 33 grados, las bacterias duran como máximo cuatro semanas. Sin embargo, los investigadores han descubierto un nuevo agente protector capaz de preservar la nueva cepa a 33 grados centígrados durante más de 12 semanas. Una vez transcurrido este plazo, la bacteria láctica no pierde su capacidad de capturar el virus VIH.
Comite Independiente Anti-Sida
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