El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, no vetó la ley que crea en la ciudad de Buenos Aires el “Plan Marco de Políticas de Derechos y Diversidad Sexual”, en el ámbito de la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pese al reclamo de numerosas organizaciones que cuestionaron esa iniciativa legislativa por considerarla “un atropello al bien común” al promover y garantizar “los derechos” de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en el distrito.
La Corporación de Abogados Católicos fue una de las que exhortó al mandatario capitalino a ejercer el derecho de veto “sobre este verdadero atropello al bien común”; que se sancionó “con el propósito de barrer con el orden natural, sustento de una sociedad sana y armónica, alterando con ello el estilo tradicional de la población argentina”.
El boletín Notivida recuerda, a modo de advertencia, que son objetivos del nuevo Plan: garantizar “los derechos” de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) y “desmontar mitos y prejuicios en relación a la orientación sexual e identidad de género”.
Entre las acciones están: campañas de difusión y de “formación antidiscriminatoria” especialmente en el sistema educativo y en el de salud; e impulsar “reformas institucionales y legislativas destinadas a garantizar el ejercicio de derechos a las personas LGBT”.
La Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad tendrá un Consejo Consultivo Asesor Honorario, conformado por 4 diputados de la Comisión de Derechos Humanos, representantes de Universidades Nacionales que realicen investigaciones en la temática y activistas LGBT. El Consejo propondrá estrategias; campañas, materiales y políticas públicas para la promoción de los “derechos” de LGBT.
La ley fue aprobada en la Legislatura porteña, por 47 votos a favor y 0 en contra, durante la sesión del 4 de diciembre y promulgada automáticamente el 13 de enero de 2009.
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