viernes, 13 de febrero de 2009

OBAMA APROBARÁ LA FOCA, UNA AMENAZA REAL CONTRA MÉDICOS PRO-VIDA

La industria del aborto teme a los objetores, y en EEUU, la FOCA será su instrumento
FOCA: Freedom of Choice Act, Acta de Libertad de Elección... es una ley federal (para todo Estados Unidos) que el presidente Barack Obama ha declarado que aprobará y que penaliza una multitud de leyes y normas estatales que se han creado con los años para dificultar el aborto, además de dificultar e impedir las leyes de objeción de conciencia de doctores, enfermeros y hospitales... permitiendo una auténtica persecución contra los hospitales católicos y de otras confesiones que se niegan a realizar abortos.

El muy activo y bien informado Secretariado de Actividades pro-vida de la Conferencia Episcopal de EEUU ya avisó en septiembre de lo que significaría la FOCA si Obama la aprueba: "la legislación abortista más radical de la historia", "impedirá las leyes que protegen la objeción de conciencia contra el aborto".

La oficina del Consejo general de los obispos norteamericanos hacía este análisis en agosto: "bajo la FOCA parece probable que se invalidarán muchas leyes estatales, como los programas que financian servicios médicos o seguros de parto que no incluyan el aborto, leyes que protejan la objeción de conciencia de médicos, hospitales y enfermeros, si esas leyes crean el mínimo retraso o inconveniencia en la obtención de un aborto o si tratan al aborto de forma distinta que a cualquier otro procedimiento médico..."

Por eso, la Conferencia Episcopal católica tiene en marcha una campaña llamada "Combatir la FOCA", que consiste en enviar postales al presidente Obama para que no apruebe esta normativa radical. "Por primera vez el aborto se convertiría en una prestación que el gobierno debería financiar y promover", avisa la campaña. Y recuerda que si fuese una "prestación", se exigiría a los hospitales católicos que la ofreciesen.

También las asociaciones pro-vida, los movimientos evangélicos y en general todas las entidades en defensa de la vida y la objeción de conciencia están haciendo campaña contra la FOCA.

Pese a todo, siempre quedan despistados. Por ejemplo, el 27 de enero, en un artículo en la agencia católica de noticias CNS, el obispo Robert Lynch, de St. Petersburg, Florida, decía que "no hay planes de cerrar ningún hospital si se aprueba, no hay sentido de un peligro ominoso" y la periodista Nacy Frezier O'Brien habalba de los peligros de la FOCA como "un rumor de Internet"... Al parecer, ninguno de los dos había leído las notas oficiales (no los "rumores de Internet") de los órganos especializados de la Conferencia Episcopal, pese a que circulaban desde 5 meses antes y recogen la mayor amenaza contra la cultura pro-vida de la legislación americana en muchos años.

El caso de EEUU muestra que a la industria del aborto no le basta con copar los puestos de poder (Obama está dando numerosísimos cargos a acérrimos abortistas, incluyendo un número desproporcionado de "católicos pro-aborto") sino que quiere eliminar al máximo a toda resistencia, especialmente la del personal sanitario, ya que la oposición de médicos y enfermeras es un desprestigio continuo para la imagen de esta práctica. Después de todo, si el aborto sólo fuese "una operación", no habría miles de médicos y enfermeras objetores.

Pese a décadas de aborto libre y sin límite, en EEUU, como en España y el resto del mundo, la casta abortista se limita a unos cuantos doctores, siempre los mismos, especializados en esta práctica despreciada por casi toda la clase médica.
J. A. Antonio

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