Proclaman que ambos son derechos y quieren verlos reflejados en los programas electorales.REDACCION HO.- Quedan pocas dudas de que el aborto es la antesala de la eutanasia y de que, si el Gobierno logra su propósito de imponer el aborto libre, el siguiente paso será establecer también el suicido libre de la mano de los médicos y con cargo a la Seguridad Social.
Para dejar las cosas más claras, los defensores del "progresismo sanitario", la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, ha pedido hoy a todos los partidos que presentan candidatos a las próximas elecciones al parlamento europeo que defiendan "un sistema sanitario público europeo" que recoja, entre otras, cosas "el derecho al aborto para todas las mujeres" y el derecho "a una muerte digna sin sufrimiento".
Las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública han elaborado un documento de propuestas para las agrupaciones políticas que concurren a los comicios europeos, en el que figura un catálogo de servicios y prestaciones común para todos los estados que integran la Unión Europea:
"Los ciudadanos europeos deberían tener garantizados una serie de derechos básicos relacionados con la salud: derecho individual a decidir sobre su propio cuerpo. Derecho al aborto para todas las mujeres Derecho a una muerte digna sin sufrimientos innecesarios"
Junto a ello, las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública preconizan la defensa de los derechos del personal sanitario, pero no dicen nada acerca de su derecho a la objeción de conciencia a la hora de liquidar fetos o enfermos adultos:
"La UE garantizará los derechos laborales del personal sanitario en condiciones de dignidad y equidad.
El personal sanitario tendrá derecho a la libertad de movimiento y de ejercicios de su profesión en cualquier país de la Unión".
Tampoco aluden las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública a la objeción de conciencia de los farmacéuticos cuando hablan de política farmacéutica en la UE, pero no se olvidan de reclamar que se levanten las barreras para otro tipo de extermino de seres humanos, que por cierto en España está también amparado por el gobierno socialista:
"Retirada de las restricciones por motivos religiosos a las investigaciones en células madre".
No explican las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública qué tienen que ver los "motivos religiosos" con los fundamentos científicos en los que se basan los investigadores que denuncian el uso de células madre embrionarias, o la fecundación in vitro, y que se muestran críticos con las leyes eugenésicas aprobadas en la anterior legislatura.
Los defensores del "progresismo sanitario" se limitan a reclamar la consideración de derecho para las manifestaciones más crudas de la cultura de la muerte, el aborto y la eutanasia, y, mezclando churras con merinas, de paso exigen "la eliminación de la legislación que promueve la privatización de los sistemas sanitarios".
Para dejar las cosas más claras, los defensores del "progresismo sanitario", la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, ha pedido hoy a todos los partidos que presentan candidatos a las próximas elecciones al parlamento europeo que defiendan "un sistema sanitario público europeo" que recoja, entre otras, cosas "el derecho al aborto para todas las mujeres" y el derecho "a una muerte digna sin sufrimiento".
Las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública han elaborado un documento de propuestas para las agrupaciones políticas que concurren a los comicios europeos, en el que figura un catálogo de servicios y prestaciones común para todos los estados que integran la Unión Europea:
"Los ciudadanos europeos deberían tener garantizados una serie de derechos básicos relacionados con la salud: derecho individual a decidir sobre su propio cuerpo. Derecho al aborto para todas las mujeres Derecho a una muerte digna sin sufrimientos innecesarios"
Junto a ello, las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública preconizan la defensa de los derechos del personal sanitario, pero no dicen nada acerca de su derecho a la objeción de conciencia a la hora de liquidar fetos o enfermos adultos:
"La UE garantizará los derechos laborales del personal sanitario en condiciones de dignidad y equidad.
El personal sanitario tendrá derecho a la libertad de movimiento y de ejercicios de su profesión en cualquier país de la Unión".
Tampoco aluden las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública a la objeción de conciencia de los farmacéuticos cuando hablan de política farmacéutica en la UE, pero no se olvidan de reclamar que se levanten las barreras para otro tipo de extermino de seres humanos, que por cierto en España está también amparado por el gobierno socialista:
"Retirada de las restricciones por motivos religiosos a las investigaciones en células madre".
No explican las Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública qué tienen que ver los "motivos religiosos" con los fundamentos científicos en los que se basan los investigadores que denuncian el uso de células madre embrionarias, o la fecundación in vitro, y que se muestran críticos con las leyes eugenésicas aprobadas en la anterior legislatura.
Los defensores del "progresismo sanitario" se limitan a reclamar la consideración de derecho para las manifestaciones más crudas de la cultura de la muerte, el aborto y la eutanasia, y, mezclando churras con merinas, de paso exigen "la eliminación de la legislación que promueve la privatización de los sistemas sanitarios".
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