MADRID, 27 Abr. 09 / 12:29 pm (ACI)El sábado 25 de abril tres voluntarios de la red Derecho a Vivir (DAV) y un chileno fueron víctimas de una brutal agresión por un grupo de seis jóvenes quienes los atacaron en El Ferrol, La Coruña, mientras recogían firmas contra la Ley del Aborto que es auspiciada por el gobierno socialista. Gádor Joya, portavoz de DAV, exige la condena oficial de estos hechos.
Según explica la nota de prensa de DAV, los agresores comenzaron rociando con pintura en aerosol los carteles y la mesa en donde se recogían las firmas, que contaba con todos los permisos correspondientes.
La nota explica que a Jaime Díaz, uno de los voluntarios que increpó a los atacantes por su conducta, los agresores lo tomaron "con gran violencia y, tras tirarle al suelo, le propinaron numerosas patadas y golpes, especialmente en la cara, lo que le ha provocado numerosas contusiones". Ante la agresión, un chileno que estaba dejando su firma, quiso auxiliarlo, "pero los agresores la emprendieron a golpes contra él, hasta el punto de partirle un labio".
"También fueron zarandeadas y golpeadas otras dos voluntarias de DAV, una voluntaria de 60 años, que fue arrojada al suelo, y una joven que también colaboraba en la recogida de firmas", describe el texto de DAV.
De momento, Díaz permanece en el hospital, a la espera de que se le practiquen nuevas pruebas para recibir el parte definitivo de lesiones, centradas especialmente en el rostro.
Ante estos hechos, Gádor Joya ha exigido a la Delegación del Gobierno en Galicia que condene los hechos, y que se proceda a actuar policialmente contra los agresores. "Una vez más se ve la falta de argumentos de quienes defienden las posturas más radicales; la intolerancia y la violencia no a lugar en un Estado de Derecho", indicó.
"Desgraciadamente, estos hechos tienen lugar después de que la misma Ministra de Igualdad (Bibiana Aído) haya despreciado a quienes mostramos cívicamente nuestro rechazo a su reforma legal del aborto, a los que nos llegado a definir como 'fundamentalistas' lo cual dice muy poco de la prudencia que todo gobernante debe tener, sobre todo para no alimentar la violencia de los grupos más extremistas, como hemos padecido hoy en El Ferrol", denunció Joya.
Por su parte, el Presidente de la plataforma HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, se solidarizó también con los activistas pro-vida agredidos y resaltó que "por más que nos amenacen, nos golpeen o nos insulten, no nos van a parar. Hechos como estos no hacen sino reafirmar nuestras convicciones, que defendemos desde el más absoluto civismo y conforme a nuestro derecho a la libertad de expresión, frente a quienes hacen de la violencia su único argumento".
"Cuando me avisen, vuelvo a la calle"
Desde el hospital en donde se encuentra, Jaime Días cuenta que está bien y que el ataque de estos partidarios de la cultura de muerte no le ha desanimado. "Me encuentro bien, con el deber bien cumplido al hacer lo que la conciencia me dictaba", dijo.
Al comentar los hechos recuerda que los agresores "vinieron a hacer una pintada donde estaba la mesa, por encima de donde había fotos de niños. Intenté parar a la chica que estaba haciendo la pintada pero vinieron otros cuatro o cinco y me agarraron. Empezaron los puñetazos, caí al suelo, alguna patada. Y agredieron también a mis compañeras y a una señora mayor".
"Yo cuando me avisen, vuelvo a la calle a recoger firmas. Desde luego a mí con violencia nadie me calla la lengua", concluyó.
Según explica la nota de prensa de DAV, los agresores comenzaron rociando con pintura en aerosol los carteles y la mesa en donde se recogían las firmas, que contaba con todos los permisos correspondientes.
La nota explica que a Jaime Díaz, uno de los voluntarios que increpó a los atacantes por su conducta, los agresores lo tomaron "con gran violencia y, tras tirarle al suelo, le propinaron numerosas patadas y golpes, especialmente en la cara, lo que le ha provocado numerosas contusiones". Ante la agresión, un chileno que estaba dejando su firma, quiso auxiliarlo, "pero los agresores la emprendieron a golpes contra él, hasta el punto de partirle un labio".
"También fueron zarandeadas y golpeadas otras dos voluntarias de DAV, una voluntaria de 60 años, que fue arrojada al suelo, y una joven que también colaboraba en la recogida de firmas", describe el texto de DAV.
De momento, Díaz permanece en el hospital, a la espera de que se le practiquen nuevas pruebas para recibir el parte definitivo de lesiones, centradas especialmente en el rostro.
Ante estos hechos, Gádor Joya ha exigido a la Delegación del Gobierno en Galicia que condene los hechos, y que se proceda a actuar policialmente contra los agresores. "Una vez más se ve la falta de argumentos de quienes defienden las posturas más radicales; la intolerancia y la violencia no a lugar en un Estado de Derecho", indicó.
"Desgraciadamente, estos hechos tienen lugar después de que la misma Ministra de Igualdad (Bibiana Aído) haya despreciado a quienes mostramos cívicamente nuestro rechazo a su reforma legal del aborto, a los que nos llegado a definir como 'fundamentalistas' lo cual dice muy poco de la prudencia que todo gobernante debe tener, sobre todo para no alimentar la violencia de los grupos más extremistas, como hemos padecido hoy en El Ferrol", denunció Joya.
Por su parte, el Presidente de la plataforma HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, se solidarizó también con los activistas pro-vida agredidos y resaltó que "por más que nos amenacen, nos golpeen o nos insulten, no nos van a parar. Hechos como estos no hacen sino reafirmar nuestras convicciones, que defendemos desde el más absoluto civismo y conforme a nuestro derecho a la libertad de expresión, frente a quienes hacen de la violencia su único argumento".
"Cuando me avisen, vuelvo a la calle"
Desde el hospital en donde se encuentra, Jaime Días cuenta que está bien y que el ataque de estos partidarios de la cultura de muerte no le ha desanimado. "Me encuentro bien, con el deber bien cumplido al hacer lo que la conciencia me dictaba", dijo.
Al comentar los hechos recuerda que los agresores "vinieron a hacer una pintada donde estaba la mesa, por encima de donde había fotos de niños. Intenté parar a la chica que estaba haciendo la pintada pero vinieron otros cuatro o cinco y me agarraron. Empezaron los puñetazos, caí al suelo, alguna patada. Y agredieron también a mis compañeras y a una señora mayor".
"Yo cuando me avisen, vuelvo a la calle a recoger firmas. Desde luego a mí con violencia nadie me calla la lengua", concluyó.
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