El PSOE, no contento con hacer oídos sordos a la sociedad que, como en la cita de Colón, se manifiesta masivamente frente al aborto, alimenta a través de su secretaria de Políticas de Igualdad la falacia de considerar el aborto como un "derecho de la mujer".REDACCIÓN HO.- "Respetamos la opinión de la Iglesia sobre este asunto que como digo no es nueva. También respetamos la opinión de miles de personas en este país que opinan diferente y el Gobierno va a seguir con el compromiso que ha asumido de modificar la ley para fanatizar una mayor garantía jurídica para las mujeres que ejercen este derecho", ha manifestado hoy la secretaria de Políticas de Igualdad del PSOE, Isabel Martínez, que igual que desoye las miles de voces que se oyeron ayer contra el aborto -bien sea en las concentraciones ante negocios abortistas de toda España, bien en la multitudinaria cita de las familias Plaza de Colón, en la que se aplaudió especialmente la condena de Monseñor Rouco al aborto como "la mayor lacra" de nuestro tiempo-, se inventa que el aborto es un derecho, cuando es todo lo contrario, un delito, si bien despenalizado en determinados supuestos, omitiendo interesadamente que lo que es un derecho constitucional es el derecho nasciturus a vivir, como bien dictaminó el Constitucional en 1985.
Ciertamente, quienes rechazan el aborto no lo hacen desde la fe o desde una determinada concepción religiosa, sobradas razones hay desde la razón, la ley, la Ciencia o la dignidad que merece la vida humana misma, pero cierto es que al Gobierno le molesta especialmente que la Iglesia se exponga también con claridad su postura frente a la cultura de la muerte. Preguntado esta mañana monseñor al respecto en la COPE el secretario portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Martínez Camino, manifestaba este mediodía que "ciertamente en el misterio del mal hay un amor a la muerte, una necrofilia, un estar a gusto con que haya más muerte que vida... Que haya habido el año pasado más de 100.000 abortos en España -estos los contabilizados en situaciones legales, posiblemente hayan sido más-, eso es una causa de preocupación, y que esto se denuncie a nadie tendría que molestar. Porque no se denuncia a las madres o familias con dificultades, sino que se denuncia que haya quien promueva la industria del aborto y que haya leyes insensibles para el derecho fundamental de todos, también el de los no nacidos, que es el derecho a vivir". "Todos deberíamos apoyar que todos puedan vivir. Si no, nuestras proclamas de solidaridad con los píses pobres no podrán ser creíbles, si no somos solidarios con nuestros propios hijos", añadía el también obispo auxiliar de Madrid.
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