martes, 9 de diciembre de 2008

DÍA DEL CONCEBIDO, EN DEFENSA DE LOS QUE NO TIENEN VOZ

El pasado domingo 7 de diciembre, la asociación Derechos Humanos del Concebido llevó a cabo el “Festival por la Vida”, en el cual decenas de personas se reunieron en el atrio de la Basílica de Guadalupe para defender e impulsar la ratificación de los derechos de los seres más indefensos: los concebidos.
Durante la celebración, el Rector de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy Ponce, acompañado por el Rector de la Antigua Basílica, Pedro Agustín Rivera, presidió la lectura de la Declaración de los Derechos Humanos del Concebido, la cual establece que todo ser humano tiene derecho a que se le reconozca como tal desde el momento de su concepción.

De acuerdo con el documento, el inicio de la vida humana comienza en el momento en que dos células germinales humanas, óvulo y espermatozoide, se unen. Es en este instante cuando se inicia el desarrollo que dará origen a un nuevo ser.
La declaración, formada por 10 principios, afirma que todo concebido, varón o mujer, discapacitado o no, contará con todos los derechos humanos reconocidos por la ONU, por los organismos internacionales y por las constituciones de los Estados.
Asimismo, garantiza el reconocimiento de su individualidad, en tanto que su código genético es único, irrepetible y diferente al de sus progenitores. De esta forma, se defiende al concebido como una vida independiente, sobre la cual nadie puede decidir.
El documento también especifica que éste es un ser humano en desarrollo, el cual no es capaz de exigir sus derechos y garantías por las mismas condiciones características de la etapa en la que se encuentra. Sin embargo, corresponde a los padres, a la sociedad y al Estado velar por que éstos se cumplan.
La Declaración de los Derechos Humanos del Concebido es una propuesta nacional e internacional, firmada en agosto del año pasado por asociaciones civiles, padres de familia, legisladores, políticos y representantes de la Iglesia Católica. En su elaboración participaron más de 100 especialistas en bioética, medicina, educación y leyes.
De acuerdo con Monseñor Pedro Agustín Rivera, precursor del documento, se pretende presentar dicha declaración ante instancias locales y nacionales, así como ante organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Para tal efecto, se recogieron alrededor de 250 mil firmas de ciudadanos, provenientes de varios estados de la República y del extranjero, las cuales serán entregadas en la UNESCO el miércoles 9 de diciembre.
La iniciativa también tiene como objetivo impulsar la instauración del 8 de diciembre como Día Mundial de los Derechos del Concebido, a fin de generar una cultura global de la vida que respete los derechos de cada persona desde su concepción hasta su muerte natural. Por lo pronto, la asociación Derechos Humanos del Concebido trabaja cada año para celebrar esta efeméride.
Durante el festival, el Monseñor Pedro Agustín Rivera agradeció a los asistentes y los invitó a defender el derecho a la vida:
“Dios es un Dios de vivos, y por lo tanto, la vida debe ser respetada”, afirmó
En este sentido, el Rector de la Basílica, Diego Monroy, afirmó que el hombre no tiene derecho a decidir sobre la vida de otro ser humano, pues “Dios, desde la eternidad, pensó en cada uno de nosotros”.
Dicho esto, dio paso al acto final del festival, el cual simbolizaría la alegría a la vida: el lanzamiento de globos.
Al sonido de: “¡Yo soy la voz de los que no tienen voz!”, los asistentes soltaron las cuerdas de cientos de globos, pintando así el cielo de rojo y de blanco.
Jessica Oliva

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