lunes, 23 de junio de 2008
"NO TENGÁIS MIEDO DE ANUNCIAR A CRISTO A VUESTROS COETÁNEOS": LA EXORTACIÓN DEL SANTO PADRE A LOS JÓVENES REUNIDOS EN EL CONGRESO EUCARÍSTICO
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Os invito a meditar continuamente este 'gran misterio de la fe' como lo proclamamos en cada Misa, después de la consagración": es la invitación que el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido a los jóvenes reunidos en Québec, Canadá, por el 49º Congreso Eucarístico Internacional, en un videomensaje transmitido durante la Vigilia de oración del sábado por la tarde, 21 de junio. "La Eucaristía es, por excelencia, el gesto de amor de Dios hacia nosotros" ha afirmado el Papa, recordando que "Jesús es el modelo de la entrega total de si, camino que también debemos recorre nosotros siguiendo sus huellas”, conformando toda nuestra vida. "Es Cristo quien nos convoca para reunirnos en asamblea, para constituir la Iglesia, Su Cuerpo en el mundo" ha proseguido el Papa Benedicto XVI, subrayando que “para acceder a las dos mesas, de la Palabra y del Pan, debemos ante todo acoger el perdón de Dios" que "restituye en nosotros la imagen divina y que muestra hasta que punto somos amados". En Su Hijo, continúa el Papa, "Dios nos revela el Rostro del Padre, un rostro de amor y de esperanza y nos muestra el camino del bien y de la alegría”. Después de haber acogido la Palabra de Dios y ser nutridos con Su Cuerpo, nos tenemos que dejar transformar interiormente para que Él nos de nuestra misión. Dios "os envía al mundo para ser portadores de su paz y testigos de su mensaje de amor" ha dicho el Santo Padre a los jóvenes, y luego ha continuado: "No tengáis miedo de anunciar a Cristo a los jóvenes de vuestra edad. Mostradle que Cristo no obstaculiza vuestra vida ni vuestra libertad; al contrario, os da la verdadera vida, que os hace realmente libres para luchar contra el mal y hacer algo bello de vuestra vida”. En la parte conclusiva del vídeo mensaje el Santo Padre se ha centrado en la importancia de la Eucaristía dominical, "un encuentro de amor con el Señor del que no podemos prescindir” Cuando, como los discípulos de Emaús, lo reconocemos al partir el pan, “nos convertimos en sus compañeros de viaje", y El nos ayudará a crecer y a dar lo mejor de nosotros mismos. En el pan eucarístico "Cristo está realmente presente, total y sustancialmente", y ha invitado a los jóvenes a encontrarlo en la Misa y durante la adoración silenciosa ante el Santísimo Sacramento. Por último, el Santo Padre ha exhortado a los jóvenes que sienten en su corazón la llamada del Dios a seguirlo más de cerca, en el sacerdocio o en la vida consagrada: "No tengáis miedo de escuchar esta llamada y de responder con alegría". (S.L) (Agencia Fides 23/6/2008)
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