El 11 de junio del 2008, el Senador por el Estado de Arizona, John McCain, candidato a la presidencia de EEUU por el Partido Republicano, se reunió con electores católicos en Filadelfia. La reunión fue parte de una serie de encuentros a través de toda la nación, que han sido organizados por el propio Senador y sus representantes católicos en el sector político de ese país: el Senador Sam Brownback, el Gobernador Frank Keating y el ex embajador ante el Vaticano Jim Nicholson.
Antes de dirigir la palabra a los participantes, McCain se reunió en privado con el Padre Frank Pavone, presidente de Priests for Life (“Sacerdotes Provida”). Esta organización se dedica a ayudar a los sacerdotes a predicar en defensa de la vida, así como a informar a los votantes católicos acerca de la prioridad que tiene el tema provida en las elecciones. Antes de que McCain comenzara su conferencia, el Padre Pavone elevó a Dios una oración en la cual pidió que “el Señor les deje saber a todos los cristianos que siguen siendo Sus hijos cuando se encuentren en las urnas”.
El primer tema que el Senador abordó fue el del aborto. Dijo que las palabras más nobles que se han escrito son aquellas que encabezan la Declaración de Independencia de EEUU: “El derecho inalienable a la vida, la libertad y la consecución de la felicidad”. McCain añadió que está convencido de que esas palabras se aplican también a los niños no nacidos. Luego recordó a los presentes su expediente provida en el Senado y dijo que, de ser elegido presidente, “mantendré ese compromiso”.
El Senador también trató el tema de la defensa del matrimonio. McCain dijo que “si algún juez federal dictamina que todos los estados deben reconocer los matrimonios homosexuales que se han efectuado en el Estado de Massachussets [que ha legalizado este tipo de “matrimonio”], yo estaría a favor de procurar una enmienda constitucional”.
Sin embargo, en este punto el candidato reconoció que algunos de los presentes no están de acuerdo con su postura de que este tema sea tratado primero en los estados; ya que el mismo debe estar consagrado antes en la Constitución. Es decir, la Constitución debe definir claramente que el matrimonio verdadero está constituido únicamente entre un hombre y una mujer, anticipando así cualquier intento de denigrar esta institución tan fundamental por medio de equiparar a la misma otras “uniones”, como las de personas del mismo sexo o las uniones de hecho.
En cuanto al controversial asunto de la inmigración, McCain dijo que lo primero que se debe procurar es la seguridad de las fronteras. Luego elaboró el tema diciendo que los 12 millones de inmigrantes indocumentados o ilegales en el país son “hijos de Dios” y deben ser tratados con compasión. Este país, añadió el Senador, “no tiene 12 millones de pares de esposas para arrestar a todas esas personas, ése no es el tipo de país que somos”.
La última pregunta que respondió el candidato presidencial fue a quién escogería como vicepresidente. Aunque dijo no estar todavía cerca de tomar esa decisión, McCain sí aseguró que la persona que escogerá para ese cargo debe “compartir mis valores, principios y prioridades”.
Fuente: Deal Hudson, “McCain Meets Privately with Fr. Pavone – Says Constitucional Right to Life Applies to Unborn”, insidecatholic.com, re-impreso con la debida autorización por LifeSiteNews.com, 12 de junio del 2008.
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