David C. Reardon, PhD
Mientras la tendencia de “asesoramiento” de muchos proveedores del aborto está económicamente motivada, otros expresan abiertamente actitudes misóginas y racistas. Algunos de estos individuos han confesado francamente su deseo de utilizar el aborto como un medio para eliminar a grupos minoritarios, a quienes ellos consideran una “amenaza” para el país. Estas personas cometen los abortos como un medio para impedir que estas personas, que ellos consideran “no aptas”, críen niños “no aptos”.
Por ejemplo, el Dr. Edward Allred, dueño de la cadena más grande de centros de abortos en California, es un defensor incondicional del aborto como un método para el control de la población de grupos minoritarios:
“El control demográfico es demasiado importante para ser detenido por algunos tipos provida derechistas. Tome la nueva afluencia de inmigrantes hispanos. Su falta de respeto a la democracia y al orden social es temible. Deseo poder hacer algo para detener esa tendencia. Establecería una clínica en México gratis si pudiera. Tal vez una en Calexico ayudaría. La supervivencia de nuestra sociedad podría estar en juego. La ayuda para el programa de familias con niños dependientes es el peor desperdicio que se ha creado. Cuando una mujer negra deprimida puede decidir tener un bebé y obtener asistencia social y cupones alimenticios y convertirse en una carga para todos nosotros, significa que ha llegado la hora de detener eso. En partes del sur de Los Ángeles, el tener bebés para obtener la asistencia pública es el único negocio que la gente tiene”.
Fuente: Este texto fue tomado de David C. Reardon, PhD, Abortion Malpractice, 1993, página 45.
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