Mediante un comunicado, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, criticó duramente la "carta abierta al Papa" firmada por organizaciones sedicentes "católicas" que critican la Humanae Vitae en ocasión del 40º aniversario de su publicación, y que fue publicada como aviso pago en el diario italiano "Corriere della Sera".
"Ante todo –dice el padre Lombardi– los firmantes son un cierto número de grupos bien conocidos por sus posiciones contestatarias, que no se limitan a la enseñanza sobre la moral conyugal, sino también a otros temas (por ejemplo la ordenación de las mujeres) y que están desde hace tiempo en contraposición con el magisterio de la Iglesia. No hay, por tanto, nada de nuevo".
El portavoz de la Santa Sede señala además que la larga lista de grupos firmantes "no debe impresionar, porque se trata frecuentemente de diversas secciones locales del mismo grupo, y muchos de estos grupos son muy poco significativos".
El padre Lombardi se refiere luego a la "acusación más dura" según la cual "la posición católica es la causa de la difusión del SIDA, y por tanto de dolor y de muerte, al obstaculizar políticas iluminadas de salud pública. Esta acusación carece completamente de fundamento".
"La difusión del SIDA es totalmente independiente de la confesión religiosa de las poblaciones y de la influencia de las jerarquías eclesiásticas -aclara-. Además, las políticas de repuesta al SIDA fundadas principalmente en la difusión de preservativos han fracasado ampliamente. La respuesta al SIDA requiere de intervenciones mucho más profundas y articuladas, en las cuales la Iglesia está muy activa en diversos frentes".
"Pero sobre todo -responde el padre Lombardi-, "la ‘carta’ no toca ni siquiera de lejos la verdadera cuestión que está en el centro de la Humanae Vitae, es decir el nexo entre la relación humana y espiritual entre los cónyuges, el ejercicio de la sexualidad como su expresión y su fecundidad. En toda la carta, la palabra 'amor' no aparece ni una sola vez. Parece que a los grupos firmantes esto no les interesa para nada. En la mera contracepción parece residir para ellos la única esperanza de las parejas del mundo".
El vocero vaticano añade que "para comprender el significado de la Encíclica y su valor profético sería bueno en cambio releer el discurso del Papa del 10 de mayo pasado dirigido a los participantes del Congreso realizado en Letrán con ocasión del 40° Aniversario de la Humanae Vitae".
"Por lo demás, es evidente que no se trata de un artículo que expresa una posición teológica o moral, sino de una propaganda pagada a favor del uso de los anticonceptivos. Vale la pena preguntarse quién la ha pagado y por qué".
"Ante todo –dice el padre Lombardi– los firmantes son un cierto número de grupos bien conocidos por sus posiciones contestatarias, que no se limitan a la enseñanza sobre la moral conyugal, sino también a otros temas (por ejemplo la ordenación de las mujeres) y que están desde hace tiempo en contraposición con el magisterio de la Iglesia. No hay, por tanto, nada de nuevo".
El portavoz de la Santa Sede señala además que la larga lista de grupos firmantes "no debe impresionar, porque se trata frecuentemente de diversas secciones locales del mismo grupo, y muchos de estos grupos son muy poco significativos".
El padre Lombardi se refiere luego a la "acusación más dura" según la cual "la posición católica es la causa de la difusión del SIDA, y por tanto de dolor y de muerte, al obstaculizar políticas iluminadas de salud pública. Esta acusación carece completamente de fundamento".
"La difusión del SIDA es totalmente independiente de la confesión religiosa de las poblaciones y de la influencia de las jerarquías eclesiásticas -aclara-. Además, las políticas de repuesta al SIDA fundadas principalmente en la difusión de preservativos han fracasado ampliamente. La respuesta al SIDA requiere de intervenciones mucho más profundas y articuladas, en las cuales la Iglesia está muy activa en diversos frentes".
"Pero sobre todo -responde el padre Lombardi-, "la ‘carta’ no toca ni siquiera de lejos la verdadera cuestión que está en el centro de la Humanae Vitae, es decir el nexo entre la relación humana y espiritual entre los cónyuges, el ejercicio de la sexualidad como su expresión y su fecundidad. En toda la carta, la palabra 'amor' no aparece ni una sola vez. Parece que a los grupos firmantes esto no les interesa para nada. En la mera contracepción parece residir para ellos la única esperanza de las parejas del mundo".
El vocero vaticano añade que "para comprender el significado de la Encíclica y su valor profético sería bueno en cambio releer el discurso del Papa del 10 de mayo pasado dirigido a los participantes del Congreso realizado en Letrán con ocasión del 40° Aniversario de la Humanae Vitae".
"Por lo demás, es evidente que no se trata de un artículo que expresa una posición teológica o moral, sino de una propaganda pagada a favor del uso de los anticonceptivos. Vale la pena preguntarse quién la ha pagado y por qué".
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