El presidente del Consejo Pontificio para la Familia, Ennio Antonelli, consideró que las uniones homosexuales deben mantenerse en el ámbito privado, ya que la identidad de la familia es sólo una y no debe confundirse con otras formas de convivencia.
En conferencia de prensa, en el marco del VI Encuentro Mundial de las Familias, el funcionario del Vaticano enfatizó que por encima de las consideraciones de si es buena o mala la unión de este tipo, no representa a la familia compuesta por padre, madre e hijos.
Subrayó que si bien existen diferentes formas de convivencia, estas no pueden confundirse con la familia formada por el hombre y la mujer unidos en matrimonio.
Esta concepción no es sólo de la Iglesia, sino resultado de la historia de los pueblos y reconocida por la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos, indicó.
Para la Iglesia Católica, precisó, la familia es sujeto activo protagonista principal en la vida de esta institución y de la sociedad en su conjunto.
La familia da la educación fundamental a la fe y a la vida cristiana, dijo, y consideró que “se deben crear redes de grupos de familia donde fluya la amistad, la comunicación y la solidaridad porque la Iglesia es comunidad, pues es familia de familias”.
También en la sociedad civil este núcleo social puede contribuir a la cohesión y al bien común, lo cual se hace patente en el pueblo de México, que desde su perspectiva tiene tres puntos de unión: la lengua, la Virgen de Guadalupe y la familia, añadió.
No obstante, Antonelli lamentó que también existan familias incompletas y desintegradas “que tienen un gran sufrimiento”.
Avaló el discurso del presidente Felipe Calderón en la ceremonia inaugural del encuentro y señaló que con su mensaje se concluye que la familia es enemiga de la drogadicción y la mejor forma de combatir el narcotráfico y la violencia.
El funcionario del Vaticano precisó que este problema no es privativo de México, pues se presenta en todo el mundo.
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