martes, 27 de enero de 2009

SE CIERRA GUANTÁNAMO, PERO ¿Y EL ABORTO?

Hechos
En el marco del 36 aniversario de la legalización del aborto en Estados Unidos, Barack Obama firmó el viernes pasado una orden ejecutiva para quitar el veto que prohibía la aportación de fondos por parte del gobierno para las instituciones que promueven el aborto en el extranjero. La Ley de Mordaza Global, impuesta por el gobierno de Bush, prohibía cualquier clase de financiamiento gubernamental, empresarial o individual, a grupos que asesoraran y prestaran servicios en materia de aborto en el exterior.

Sin embargo, ahora, el nuevo presidente ha levantado dicha restricción y se encuentra en espera de la posible firma de otra ley que quitaría cualquier obstáculo a la práctica abortista.
El Congreso norteamericano analiza la posible aprobación del proyecto de ley Freedom of Choice Act (Acta de Libertad de Elección), el cual no sólo confirmaría la legalización del aborto, sino que aboliría todas aquellas reglamentaciones estatales que aún restringen esta práctica de alguna forma.
Durante su campaña electoral, el ahora presidente Barack Obama prometió, en un discurso dirigido a la clínica Planned Parenthood, que una de sus primeras acciones al frente de Estados Unidos sería promulgar dicha acta, siempre y cuando fuera aprobada por el Congreso.
Dicha iniciativa permitiría la interrupción del proceso de gestación en cualquier momento, siempre y cuando sea antes de que el embrión pueda sobrevivir fuera del cuerpo de la madre. De acuerdo con estudios realizados en 2008, esto sería después de las 24 semanas o los seis meses.
El Acta de Libertad de Elección (FOCA por sus siglas en inglés) fue presentada en 2007 por la senadora demócrata de California, Barbara Boxer. Su primera versión fue firmada por Barack Obama, Hillary Clinton, John Ferry, y por el que será el jefe de gabinete del nuevo gobierno estadounidense: Rahm Emanuel.
Este proyecto de ley tiene como objetivo eliminar los obstáculos administrativos y legislativos que aún existen en varias entidades de Estados Unidos para abortar. Asimismo, su promulgación evitaría que la legalización de esta práctica, dictaminada en 1973 por la Suprema Corte de Justicia, fuera revertida.
Reacciones
Las principales reacciones en contra de la legalización del aborto datan de 1974. Desde que se diera a conocer el fallo de la corte, grupos a favor de la vida realizan anualmente, cada 22 de enero, la Marcha de la Vida, para exigir que se ponga un alto a la muerte intencional de los no nacidos.
El pasado jueves no fue la excepción. Miles de estadounidenses, estudiantes, pertenecientes a grupos religiosos o defensores de la vida, marcharon al Tribunal Superior, en Washington, para manifestar, una vez más, su descontento por lo decidido hace 36 años y por la posible aprobación de la Ley FOCA.
En este sentido, el senador Matt Bartle introdujo una resolución que se opone a dicha ley, y afirmó que este tipo de decisiones deberían estar a cargo de las legislaturas estatales, y no de las federales, pues las primeras representarían mejor las necesidades y deseos de sus respectivos ciudadanos.
Por su parte, de acuerdo con la prensa norteamericana, el presidente Barack Obama defendió nuevamente el pasado jueves la práctica del aborto. El mandatario afirmó que la decisión de 1973 vela por el derecho de libertad y salud reproductiva de las mujeres.
Análisis
El debate sobre el aborto, el cual se ha prolongado por 36 años en el país norteamericano, se ha intensificado por la toma de posesión de un presidente que ha dejado ver en varias ocasiones su postura a favor de esta práctica.
Cuando aspiraba a la presidencia, Obama afirmó que votaría por la aprobación de la Ley FOCA, a fin de apoyar la salud de las mujeres, así como su derecho a continuar o prevenir un embarazo no deseado… (¿derecho a continuar un embarazo?, ¿acaso existe el derecho a digerir, a bombear sangre, a respirar, o a todos esos procesos naturales e inevitables del cuerpo humano?).
El Acta de Libertad de Elección establece la legalización, a nivel federal, de la práctica del aborto en cualquier momento del embarazo. En este sentido, su promulgación derogaría las leyes estatales que hasta ahora regulan o prohíben de cierta forma las prácticas abortistas. Muchas de ellas son el resultado del intenso trabajo de años de las organizaciones a favor de la vida.
Se trata de un proyecto que quita del camino cualquier “obstáculo” que interfiera con lo que sus simpatizantes llaman “el derecho a decidir” de las mujeres. De aprobarse, desaparecerían las leyes que exigen el consentimiento paterno a menores de edad para abortar, así como aquellas que prohíben el aborto por nacimiento parcial y por superar los límites de tiempo permitidos.
Asimismo, la ley FOCA eliminaría las reglamentaciones que protegen la objeción de conciencia del personal médico y sanitario, lo cual provocaría el cierre de hospitales católicos y de las instituciones médicas que se negaran a realizar el procedimiento.
Esta radicalización de un “derecho” (que ni siquiera es derecho), resulta bastante ilógica. Más allá del evidente mal que deriva de la interrupción de una vida humana en potencia (no existe nadie que afirme que el aborto es un bien), existen otros aspectos que hacen que esta ley sea absurda e incongruente.
¿Cómo está eso de que los menores de edad tendrán prohibido tomar, entrar a ciertos lugares o apostar en Las Vegas, pero sí podrán abortar sin ningún problema, sin que sus padres tengan derecho a intervenir en la decisión? ¿No es esta ley contradictoria a la política pro derechos humanos difundida por Obama?
Eso sí, se cierra Guantánamo, se busca la paz en la Franja de Gaza, pero se aprueba el financiamiento del aborto, y posiblemente, su práctica sin límites.
Jessica Oliva

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