miércoles, 31 de marzo de 2010

LA BLOGGERA ATEA QUE ENCONTRÓ A DIOS

Bonita historia pro vida. El 22 de diciembre de 2008, la reconocida blogger antirreligiosa “The Raving Atheist” (La atea de remate) anunciaba su conversión . A partir de entonces se llama “The Raving Theist: Dedicated to Jesus Christ, Now and Forever”. Los ataques que recibió de los fanáticos ateos fueron vitriólicos, aunque no sorprende.
Sus antiguos correligionarios no le perdonaban echar por la borda años y años de críticas a la religión. Quedaba lejos su cima atea: la participación en el documental “The God Who Wasn't There (“El Dios que nunca estuvo allí”), con el propagandista Sam Harris.
Pero aquella experiencia le dejó vacía. No le causó ningún orgullo ver su pseudónimo en los créditos, ni las risotadas antirreligiosas de sus camaradas. De camino a la cena-coloquio posterior al estreno, se escabulló por una callejuela y se fue a casa.
La “culpa” de la conversión la tuvo la causa pro-vida. Al igual que otros que habían recorrido el mismo camino: Norma McCorvey (Roe, la de Roe vs. Wade), Dave Armstrong o Randall Terry.
Tres años antes, en una fiesta de bloggers, entabló conversación con un católico, Benjamín Kepple. La conversación giró sobre el aborto, y TRA quedó impactada de cómo un tipo tan afable y sensato sostenía que era un asesinato. Volcó todo su racionalismo en estudiar el asunto y quedó convencida de que los argumentos científicos y médicos estaban del lado de los defensores de la vida. En una entrevista a LifeSiteNews (en español) contaba:
A finales de los 60, el movimiento abortista realizó una decisión estratégica y deliberada: trivializar el debate del aborto, calificando todos los argumentos pro-vida como meros dogmas católicos. Esto hizo fácil pasar por alto el hecho científico, embriológico, innegable e inconveniente, de que la vida humana empieza con la concepción. En su lugar, había discusiones ampulosas sobre la separación iglesia/estado y acusaciones de que “nos meten la religión por la garganta a la fuerza”.
Aquello fue un escándalo, aún atea, decidió que su blog sería provida: “Pese a todo, noté una sensación grande de alienación y rechazo entre los lectores de mi blog cuando empecé a publicar allí, con regularidad, acerca del aborto. El tema era muy doloroso, casi me impedía escribir. Era descorazonador ver que mis esfuerzos se recibían con ataques personales, con inquina.
“Al final, fue todo para bien: decidí escribir menos y dedicar tiempo extra como voluntaria en un Centro de Ayuda a Embarazadas. También desarrollé amistades cercanas con unos cuantos blogueros cristianos pro-vida, que me ayudaron (y me dejan ayudarles) en otros esfuerzos de este tipo”.
Elizabeth Esther cuenta toda la historia en un reportaje que cubre desde la niñez hasta el encuentro con otra blogger: Dawn Eden. Comenzó la posibilidad de Dios, todavía no creía en Él, pero quería el cambio. Dawn le invitó a unirse a su oración (en el blog de Elizabeth, Dawn comenta que cuando conoció a TRA todavía no era católica). Dos días antes de la Navidad publicaba el Credo en su blog.No me diréis que no está bien, ¿no?
No me da tiempo a traducir toda la entrevista, la recomiendo vivamente.
Juanjo Romero

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