martes, 15 de septiembre de 2009

OBISPOS ESTADOUNIDENSES APLAUDEN EL COMPROMISO DE OBAMA DE EXCLUIR FONDOS PARA EL ABORTO

“Trabajaremos con la Administración para que a nadie se le obligue a pagar o participar en el aborto” con la nueva reforma sanitaria, dice el episcopado
El pasado 10 de julio, el presidente Barack Obama se comprometió ante el Papa a reducir el número de abortos en Estados Unidos. Ahora, al afrontar la reforma sanitaria en su país, Obama dice que excluirá el uso de fondos federales para el aborto.
Los comentarios del presidente estadounidense sobre interrupciones de embarazos y las personas sin seguro médico, realizados en esta ocasión el pasado 9 de septiembre ante el Congreso, han sido aplaudidos por los portavoces de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
“De manera especial recibimos positivamente el compromiso por parte del presidente de excluir el uso de fondos federales para el aborto, y de mantener las leyes federales existentes que protegen la libertad de conciencia en el ejercicio de la atención médica”, aclaró Richard Doerflinger, director asociado de actividades pro-vida de la USCCB.
Según información de la agencia ZENIT, Doerflinger añadió que “trabajaremos con el Congreso y la Administración para asegurar que estas protecciones queden claramente reflejadas en una nueva legislación, para que a nadie se le obligue a pagar o participar en el aborto como resultado de la reforma del sistema de atención médica”.
Reforma que respete la vida y la dignidad”
Por otra parte, la directora de Desarrollo Social Nacional de la Conferencia de Obispos, Kathy Salie, reconoce: “Estamos de acuerdo en que nadie debería ir a la bancarrota simplemente por enfermarse”.
“Esta es la razón por la cual los obispos han estado trabajando durante décadas para lograr una atención médica decente para todos”, señaló.
“La Iglesia católica proporciona cuidados médicos a millones de pacientes, y a menudo recoge los platos rotos de un sistema sanitario con fallos serios, y posee una larga tradición de enseñanzas sobre la ética y la atención médica”, agregó.
“Una reforma sanitaria que respete la vida y la dignidad de todos es un imperativo moral y una prioridad nacional urgente”, indicó Salie. Por ello, aseguró, “recibimos el discurso del presidente como una importante contribución a este esencial debate y tarea nacional”.
“Coincidimos con el presidente en que todavía quedan detalles por resolver [...] Y con su discurso vemos la oportunidad de trabajar hacia una política de salud universal que respete la vida y la dignidad humana, proporcione acceso a todas las personas con especial preocupación por los pobres, e incluya a los inmigrantes legales”, concluyó.

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