¿Por qué de los quince primeros emperadores romanos sólo Claudio era heterosexual?
Si la homosexualidad es algo natural o genético... ¿por qué de los 15 primeros emperadores romanos el feo Claudio fue el único completamente heterosexual? ¿No es demasiada casualidad genética? ¿O más bien el culto al placer y al sexo sin limite, propiciado por el poder, tiene algo que ver en esto?
Esto es lo que pensó y comentó la escritora Belynda Selmis, en su blog Sexual Authenticity . La idea le vino al leer Historia del declive y caída del Imperio Romano, de Edward Gibbon, que en una nota en su obra (finales del siglo XVIII) escribe: “Claudio fue el único cuyos gustos en amores eran enteramente correctos”.
El homosexualismo político suele hablar de un 10% de homosexuales, utilizando las muy desacreditadas cifras del entomólogo Kinsey. No tienen base real: todos los demás estudios hablan de un 1 a un 3% de población con experiencias homosexuales.
Sin embargo, el curriculum homosexual de Tiberio y de Calígula está bien documentado. Nerón se casó con eunucos en dos ocasiones. Trajano tenía amantes bien conocidos, y Adriano deificó a su amante Antínoo. De Augusto y de Julio César circularon historias acerca de escarceos amorosos con hombres extranjeros, pero incluso si las consideramos falsas, es un alto porcentaje de homosexuales y bisexuales.
“No fue el resultado de ostracismo social durante su infancia, no fue su entorno uterino, la única hipótesis razonable es concluir que sus intereses homoeróticos fueron causados por razones culturales y ambientales, por la accesibilidad a jóvenes guapos interesados en un poco de prostitución política, por las ideas sobre la homosexualidad de la clase alta romana, por los privilegios del poder imperial... no por el ADN”, dice la autora.
Si la homosexualidad puede fomentarse (ligándola a una imagen de prestigio “imperial”)... ¿cómo debemos entender los textos que se reparten en las escuelas españolas, canadienses y en EEUU invitando a los adolescentes a “explorar” su sexualidad y a salir del armario? ¿No va en una línea similar todas las campañas de las asociaciones del homosexualismo político en escuelas y colegios por “normalizar” la homosexualidad (es decir, proponerla y fomentarla)?
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