Las autoridades francesas aconsejan a las que abortaron en Barcelona que se hagan una revisión médica
Mientras las autoridades sanitarias francesas han alertado del riesgo que corren las mujeres que han abortado en los centros de Carlos Morín de Barcelona de haber contraído el sida porque el médico peruano es portador del VIH, el Ministerio de Sanidad y el Departamento de Salud, dirigidos por Bernat Soria y Marina Geli respectivamente, siguen sin emitir ningún tipo de aviso al respecto y sostienen que el riesgo sería “mínimo”.
La Generalitat sigue defendiendo el buen estado de salud de Morín y afirma que no se ha demostrado que el cirujano esté enfermo de sida, a pesar de que el Departamento de Salud ha recibido, del hospital barcelonés que realiza su seguimiento, informes médicos que acreditan que sufre esta enfermedad.
Y ha recibido estos informes en varias ocasiones, como mínimo el 11 de junio de 2001 y el 13 de diciembre de 2007, según aparece en el sumario del Juzgado de instrucción número 33 de Barcelona que investiga los supuestos abortos ilegales cometidos en los centros de Morín.
Cientos de francesas con riesgo de contagio
Las mujeres francesas que han corrido el riesgo de infectarse con el virus ascienden a unos centenares –entre 700 y 800- y el gobierno francés ha considerado necesario pedir información a las autoridades españolas y emitir una advertencia pública. En cambio, aunque España es el país donde se encuentran los centros y son miles las españolas que han abortado allí, las autoridades españolas no consideran necesario advertir del peligro.
Según el Ministerio de Sanidad español, en 27 años se han documentado tres casos de “transmisión de personal sanitario”. En Cataluña, una comisión de evaluación de sanitarios infectados por virus transmisibles por sangre recomienda que los profesionales sanitarios infectados por el virus del sida “se abstengan de realizar procedimientos invasores” en los que haya riesgo de contacto entre la sangre de un trabajador sanitario y los tejidos o heridas abiertas del paciente.
Dicha comisión, del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, también advierte del especial riesgo de contagio en varias especialidades quirúrgicas, entre ellas la ginecología y la obstetricia.
Hay que recordar que en los centros de Morín se realizaban numerosos abortos de riesgo, de fetos en avanzado estado de gestación, y el propio cirujano asistía en los quirófanos cuando surgían complicaciones. En esas situaciones, existe la posibilidad de que alguna mujer sufriese pinchazos, heridas,... que diesen lugar al temido intercambio de sangre que podría provocar el contagio.
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