viernes, 11 de junio de 2010

LA ONU CONTRA LA FAMILIA

¿Cómo impacta la ONU en las políticas de familia en el mundo entero? ¿Por qué las leyes y políticas que protegen a la familia están siendo lentamente abolidas, reemplazadas o enmendadas a efecto de promover abortos, prostitución, sexo ilícito, matrimonios de personas del mismo sexo, el resalte de los derechos del niño(a) contra los derechos de sus padres y otras disposiciones que socavan a la familia?
Los comités que promueven la implementación de la Convención de los Derechos del Niño (CRC) y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) muestran cómo éstos respaldan una agenda que confronta las normas tradicionales morales y sociales con respecto a la familia, el matrimonio, la maternidad y la religión.
Son muy directos en lo que promueven, como ejemplo: Un comité envió su desacuerdo con respecto a que en el Reino Unido y en Gales algunos padres sacaran del colegio a sus hijos en donde se les enseñaban “programas de educación sexual” con los que ellos no estaban de acuerdo; otro comité criticó la celebración del Día de la Madre en Bielorusia, porque presuntamente promueve una “relación sexual estereotipada”.
Los comités han criticado los “valores culturales y religiosos” que apoyan a las madres amas de casa que crían a sus hijos, porque “socavan la universalidad de los derechos humanos”. Además, han recomendado a los países que instituyan estructuras legales que permitan que los niños demanden jurídicamente a sus padres cuando no estén de acuerdo con el contenido de la educación sexual.
Aconsejan a los países que prohíben la prostitución a legitimarla, y a los que han relajado sus leyes contra la prostitución, que la extiendan dotándola de todos los derechos legales que se otorgan a otras profesiones. Han criticado las cláusulas de objeción de conciencia en leyes para médicos que se oponen a realizar abortos.
En cuanto a la educación de los hijos, las madres son incentivadas a encontrar mayor satisfacción si dejan a sus hijos a cargo de extraños para entrar en la fuerza de trabajo fuera del hogar. Además, desean suprimir cualquier restricción a la actividad sexual de los adolescentes.
Estos comités ignoran la gran evidencia de estudios elaborados y comprobados en cuanto a la familia básica de padre-madre casados que dan paso a metas que requieren gran esfuerzo para la salud familiar, el desarrollo intelectual, los logros educativos y de ingreso, que dan como resultado menores cifras de criminalidad, dependencia a beneficios estatales y embarazos precoces.
En cuanto al Banco Mundial, que es el mayor recurso externo de fondos para países subdesarrollados, otorga créditos a bajas tasas de interés si los países acreedores aceptan implementar políticas de control poblacional disfrazadas de políticas para el empoderamiento de las mujeres.
Para implementar este mecanismo, el Banco está colmado de poderosas organizaciones no gubernamentales (ONG) y ha establecido un “Secretariado de ONG/sociedad civil”; prácticamente la mitad de todos los nuevos proyectos que ha aprobado en los últimos cinco años han incluido a ONG que por supuesto constan de una agenda feminista y anti-familia.
Estimaciones actuales indican que la “salud reproductiva” (aborto, anticoncepción y esterilidad) constituyen casi un tercio de los préstamos del Banco para población, salud y nutrición. Durante las pasadas tres décadas el Banco Mundial ha prestado a 80 países aproximadamente 4 billones de dólares para apoyar la “salud reproductiva” en 212 proyectos (1).
Otra finalidad de la ONU es la de implementar estrategias que permiten que ONG acreditadas sirvan de socias activas de políticas gubernamentales anti-familia. Los gobiernos occidentales subsidian a estas ONG y les dan acceso a los corredores de poder dentro de la ONU. Estas organizaciones se auto-denominan como “sociedad civil”, pero representan sólo sus propias ideologías y no son electas democráticamente.
Éstas han adquirido enorme influencia dentro de la ONU, por ejemplo: En 2005 asistí a una conferencia en Nueva York, de la UN Commision on the Status of Women, CSW (Comisión para el Estatus de la Mujer, ONU); lo inusual de ésta fue el intento de los organizadores de promover “negociaciones abiertas” para el documento final emitido por la conferencia.
La 49 sesión de la CSW celebraba dos potentes herramientas del feminismo radical: la Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial de la Mujer 1995, más el Documento Beijing+5 de 2000. Ambos documentos han sido usados continuamente por la ONU para promover el aborto y otros aspectos de la agenda radical feminista. La Declaración Final de la Conferencia estipuló que los países inequívocamente “reafirman” estos textos.
En otro ejemplo, agencias de la ONU y miembros de su Secretariado se reunieron en una conferencia para promover, entre otras cuestiones, el derecho al aborto como “único modo de lograr la Meta de Desarrollo del Milenio No. 5” mejorando la salud materna. La Conferencia llamada “Women Deliver” (2007) originalmente tenía como objetivo la salud materna, la salud infantil y del recién nacido y reducción de la mortalidad materna, pero los 2 mil participantes se encontraron abrumados por el enfoque abortista de la Conferencia .
Ésta incluyó a 300 oradores en 118 sesiones separadas y 75 sesiones simultáneas enfocadas a cinco temas: Salud, Promoción de la Mujer en el Mundo, Expansión de Recursos Financieros, Avances en Derechos Humanos y Construcción de Voluntad Pública.
La Conferencia fue organizada por Frances Kissling, ex presidenta de Católicas por el Derecho A Decidir. La mayoría de las discusiones hablaron sobre cómo asegurar tanto fondos como voluntad política para los “derechos reproductivos”, término que ha sido interpretado por comités de la ONU para incluir el aborto a demanda.
Del 7 al 9 de junio se efectuó en Washington la 26 Conferencia “Women Deliver 2010” para el “logro del Objetivo del Milenio 5”. Mundialmente se otorgarán adicionalmente 10 billones de dólares y otros 20 billones para 2020. Con esto, declaran: “We will further prove that maternal and reproductive health is a global priority” (2) (probaremos que la salud materna y reproductiva es una prioridad global).
Por lo que se palpa, esta conferencia mantiene su enfoque en el aborto. De acuerdo a la organización, el tercero de los “tres pilares” para salvar la vida de las mujeres es el acceso al aborto. Aparte de este enfoque, hubo 12 sesiones cuyo objetivo es quitar obstáculos a la agenda de “derechos reproductivos”, principalmente la religión(es) y las leyes existentes.
En artículo anterior, me había referido a que el enfoque de esta Conferencia se centraba en dos controvertidas palabras: “abortion first” (primero el aborto). En un estudio elaborado por Susan Yoshihara del Instituto Familia Católica y Derechos Humanos señala varios puntos esenciales de este enfoque que intentaré resumir:
El primero se refiere a que contradice el consenso de la comunidad médica, ya que las dos maneras más importantes de reducir la mortalidad materna, son: el acceso a servicios de salud cualificados y los cuidados obstétricos de emergencia. Sin embargo tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Instituto Guttmacher (publicado en “The Lancet”, octubre 13, 2007) reafirman el enfoque “abortion first”.
El segundo se refiere a las cifras sobre mortalidad materna que usualmente se utilizan y que son de 500 mil a 600 mil por año. Éstas no son exactas, ya que –nos dice el estudio–, no existen datos mundiales fidedignos sobre mortalidad materna y, sin embargo, dos agencias de la ONU utilizan esos datos erróneos.
El tercer problema con el enfoque “abortion first” es que desvía la atención necesaria y los fondos a las verdaderas necesidades de la mujer: cuidados de calidad a la salud. Ningún panel de discusión en la Conferencia de 2007 se refirió a dotar de mejor calidad de agua, vacunas, hidratación u otros servicios básicos para la salud. Solamente seis sesiones se refirieron a cuidados profesionales y más de 100 se enfocaron al aborto.
Los tres últimos puntos del estudio se refieren a que este enfoque socava las disposiciones legales, explotando la mortalidad natal para promover el derecho al aborto, asimismo, mina los estándares del cuidado de la salud y regulaciones nacionales, deliberadamente pasando por encima de estas leyes y de regulaciones médicas. Y finalmente, se dirige contra la religión, la cultura y la familia.
He de decir que esta reciente Conferencia tiene claro quién es quién de la industria del aborto, ya que incluye a organizaciones tan conocidas como: International Planned Parenthood Federation (IPPF), Centre of Reproductive Rights, Human Rights Watch, International Women’s Health Coalition, Marie Stopes International, IPAS y abogados del aborto de todo el mundo.
Co-patrocinadores del evento incluyen a EXXON Mobil y la industria farmacéutica Glaxo Smith Kline y Tibotec. Donadores y socios: UNFPA, World Health Organization, UNICEF y World Bank.
¿Qué impacto en las familias se esperan de esta Conferencia “Women Deliver”?
(1) The World Bank. “Population and the World Bank adapting to change”.
(2) Women Deliver. Delivering Solutions for Girls and Women. http://www.womendeliver.org/
Norma Mendoza Alexandry

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