miércoles, 12 de agosto de 2009

CON SU ENEMIGO AL BORDE DE LA MUERTE

Para saber
Siguiendo con la reflexión sobre la Carta Encíclica La caridad en la verdad, el Papa Benedicto XVI nos presenta la caridad como "la vía maestra de la Doctrina Social de la Iglesia" (n. 2).
Es por ello que esa caridad ha de imperar, dice el Papa, no sólo en las "microrelaciones", como la familia, las amistades o algún pequeño grupo, sino también en las "macrorelaciones", como son las relaciones sociales, económicas y políticas, o incluso en las deportivas, donde hay enfrentamientos continuos.
Es natural que en ambas dimensiones se tenga diversidad de opiniones, puntos de vista diferentes; pero ello no equivale a ser enemigos de quienes piensen distinto, pues la caridad debe estar siempre presente.
Para pensar
Una historia muestra cómo se puede estar en desacuerdo en cuestiones políticas con alguien y, sin embargo, mantener respeto hacia la persona.
Un senador de Estados Unidos llamado John Stennis, mientras regresaba a su casa, fue asaltado a mano armada. A pesar de que Stennis entregó lo poco de valor que tenía, los asaltantes le dispararon dos veces, pegándole en el estómago y en la pierna.
Los cirujanos del Centro Médico trabajaron más de seis horas para salvarle la vida. Esa tarde también iba de camino a su casa otro senador, Mark Hatfield, quien a menudo tenía fuertes enfrentamientos con Stennis.
Los dos estaban en completo desacuerdo; en cuanto a la política, eran "enemigos". Sin embargo, cuando Hatfield oyó en la radio lo que había sucedido, de inmediato se dirigió al hospital en su coche. Ahí, se dio cuenta de que el personal del commutador estaba sobrecargado con las llamadas de los otros senadores, los reporteros y los amigos de Stennis.
Entonces le dijo a un operador: "Yo sé utilizar estos equipos, déjeme ayudarlo". Hatfield estuvo todo el día atendiendo los teléfonos hasta que, al anochecer, las llamadas disminuyeron.
Luego, sin fanfarronear y discretamente, se despidió: "Mi nombre es Hatfield… estoy encantado de haberle ayudado en algo que concierne a un hombre al cual respeto profundamente".
Grandeza quiere decir estar libre de pequeñez, de rencor, venganzas y prejuicios. Y ello sólo es posible cuando impera la caridad.
Para vivir
Tanto en la familia, con las amistades o cualquier tipo de relación, hemos de saber escuchar y comprender que otros piensen distinto a uno. ¿Quién tiene razón? El que más se ajuste a la verdad. Pero para encontrarla es importante no anteponer el orgullo o la soberbia que ciegan, sino con humildad buscar juntos la mejor solución.
Muchas discusiones o conflictos, familiares o internacionales se evitarían teniendo en cuenta la caridad y la verdad. Es preciso ajustarse a la verdad, sin olvidarse nunca de la caridad, lo cual implicará una actitud humilde y nunca altanera. El Papa señala que hay necesidad no sólo de unir la caridad con la verdad, sino también al revés, unir la verdad a la caridad.
En este contexto se entienden mejor las palabras de San Josemaría en Camino: "Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios" (n. 9).
José Martínez Colín

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