domingo, 20 de abril de 2008

"VIVA VIDA, EL CÁNCER NO IMPIDE GRITARLO"

"Si la vida es un camino, la única razón suficiente para darlo por terminado es haber llegado a la meta", estas palabras las repetía Romina Widmer, una graduada de nuestra Facultad que falleció el pasado viernes 21 de marzo con tan sólo 31 años. Una excelente profesional que trabajaba en Cargill hizo frente a su enfermedad con una valentía que se convirtió en escuela de vida para muchos.A Romina en el 2004 le diagnosticaron un linfoma no Hodgkin. Después de someterse a un duro tratamiento venció la enfermedad en su primera etapa. Pasados 17 meses el linfoma volvió aparecer, esta vez el proceso de recuperación fue aún más difícil de sobrellevar porque a la quimioterapia se le sumó un autotransplante de sus células madres en su propia médula. Una vez concluida esta instancia, el linfoma reapareció por tercera vez en abril del 2007.Una de las excursiones preferidas de Romina era subir el Champaquí, el cerro más grande de Córdoba. Después de haberlo visitado 11 veces encontró en esta experiencia una guía para encarar el viaje obligado y el camino sinuoso que la vida le propuso: su enfermedad.Haciendo una analogía entre lo que significa escalar el Champa y sobrellevar el cáncer comenzó a escribir correos electrónicos a conocidos y amigos. Así fue como el año pasado publicó un libro titulado "¡Viva Vida! El cáncer no impide gritarlo". En esta obra se recogen los mails y las anécdotas entrañables ocurridas a lo largo del proceso de su enfermedad.En los correos que mandaba a los "peregrinos" -así denominaba ella a todos los que la acompañaban en su enfermedad a través de la pantalla de la computadora- se reflejaban las características que distinguieron a Romina: un ánimo invencible para enfrentar las dificultades y una sensibilidad delicada para valorar los dones de la vida.Así escribía el 19 de diciembre de 2007 a todos los peregrinos, muchos de ellos conectados a partir de la publicación de su libro y de las sucesivas notas periodísticas que le hicieron como ejemplo y testimonio de superación:"Hola amigos!!! Después de unos días de ausencia -pero no de olvido, reaparecí a través de la pantalla. Entre la quimio, que fue todo muy bien, y los ginebrinos que llegaron, casi ni tuve tiempo de sentarme a escribirles.La verdad es que si miro hacia atrás, podría asegurar -sin miedo a equivocarme- que el 2007 fue un año más que "mezquino" conmigo... Interrumpió mi rutina, mi trabajo, mis proyectos, mis clases de guitarra, mi curso de cocina, la noche de la caridad los lunes...y podría seguir enumerando…Me hizo sentir el miedo aterrador al deterioro físico y al desgaste cerebral, y se encargó de demostrármelo hasta en el más mínimo detalle: me dejó 3 días sin poder ver bien, horas sin poder expresarme y hablar a través de la palabra y varios momentos en los que ni siquiera tenía equilibrio para caminar una cuadra...A lo largo de estos meses, el linfoma decidió pasar por varias partes de mi cuerpo, sin darme respiro entre las distintas apariciones. Pero como dijimos una vez, "no hay espinas sin rosas", y les puedo asegurar que entre tantas puntas que lastimaban y pinchaban, se multiplicaban las flores infinitamente.Pensaba en la movida tan grande que generó "Viva Vida" y en cómo un hecho tan triste y desafortunado sirvió para dar nacimiento a tantas otras cosas: a tanto cariño, a tantas relaciones nuevas, a tanta gente con la que me escribo aun sin conocerme, a tantos que finalmente conocí sin siquiera imaginarlo, a tanto "dar y recibir" de manera constante. Y me pongo a pensar en la gente y en las relaciones humanas y es increíble tener la suerte de poder palpar esa magia que existe entre los hombres. Ese interesarse por el otro, de manera "desinteresada".... Qué lindo que es, y cuánto bien me hizo.Y si lo veo al revés queda en evidencia que si los linfomas no hubieran existido, sin dudas me hubiera privado de todo esto tan especial que el 2007 me regaló. No por ello quiero decir que me alegro de haber estado enferma, porque sabemos que no es así, pero sería totalmente desagradecida si por haber sido para mí un año "mezquino", no dejara salir a la luz tanta abundancia de afectos, de momentos y de rosas que me colmaron enormemente.Así que aprovecho esta navidad -momento de conversión interior- para agradecerles todo lo que me acompañaron y me ayudaron a seguir. Y quería recordarles -por si se les pasa- lo valioso de la vida, de estar bien, de poder ver, hablar, caminar, sentirse con fuerzas, no tener dolores y disfrutar de lo que hacemos día a día por mas pesado y rutinario que nos parezca. Sería buenísimo ser consciente de esto, sin tener la necesidad de perderlo para poder darnos cuenta.Que el Niño Dios nos regale un muy lindo año a todos, más allá de lo que haya que atravesar. Viva Vida!!! Besos, Romi".La Facultad de Ciencias Empresariales se enorgullece de la integridad humana de una ex alumna como Romina Widmer y con profundo dolor acompaña a todos los seres queridos de esta excelente profesional que logró convertir su historia personal en un modelo para todos los que la conocimos.

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